Ayuso exige más inversión para frenar la sangría de incidencias en Cercanías de Madrid, que casi doblan ya las de todo 2022
Una consulta cualquier día a las redes sociales permite tomarle el pulso al servicio público de Cercanías en Madrid. Los pasajeros quejosos son legión: porque «la línea 5C está otra vez afectada por dar prioridad al tren de larga distancia en dirección a Badajoz», porque «estuve 40 minutos esperando en Chamartín hace 3 días, y no llovía», porque «llevo usándolo desde los 90 y no recuerdo un servicio tan lamentable».
Hasta hay quien se lo toma con humor: el lunes pasado, «especial tren del terror: con las luces apagadas desde Chamartín hasta Atocha». Las incidencias en Cercanías de Madrid van a más, y de hecho los datos a día de hoy casi doblan a los registrados en todo el año 2022. Por eso, el Gobierno regional reclamó ayer en el Ministerio de Transportes, ante el Secretario de Estado David Lucas, «más inversión» porque según sus cuentas, «entre 2018 y 2022 sólo han gastado 819 millones de euros en las Cercanías de Madrid», de los más de 6.000 previstos.
Las cifras –facilitadas por el Gobierno regional– señalan que hubo 374 incidencias por diversos motivos en este servicio de Cercanías de Madrid en el año 2022. Hasta julio, se habían acumulado ya 341, más del 90 por ciento del total del anterior ejercicio. Y ahora, calculan que se estará «cerca de las 600», afirman en la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, que dirige Jorge Rodrigo. Eso, cuando aún faltan dos meses para terminar el año, y con récords preocupantes: sólo el lunes se produjeron siete incidencias.
Las Cercanías son uno de los eslabones más importantes de la red de transporte público madrileño. Por sus 12 líneas pasan cada día una media de 700.000 viajeros, y se producen en torno a 1.240 circulaciones entre lunes y viernes, y cerca de 1.000 los fines de semana.
Un mayor esfuerzo
Aunque la reunión entre los representantes de ambas administraciones fue cordial, el consejero Rodrigo no ahorró críticas: por la falta de inversión –«800 millones en cinco años», aunque reconoció que puede que tuvieran otras cantidades comprometidas–, y porque el servicio «no funciona: no puede ser que los madrileños se levanten por la mañana con la incertidumbre de si van a llegar a sus destinos». Afirmó, ante los datos de puntualidad que les facilitó el Ministerio, que «para nosotros es un desastre; para ellos las cosas van bien y funcionan pero para nosotros es insuficiente».
La frustración entre los usuarios cada vez que se encuentran con incumplimientos horarios o se ven atrapados en la estación o en los trenes es épica. Y las horas que se pierden por este motivo son difícilmente calculables. En las Cercanías de Madrid se realizaron en 2022 más de 205 millones de viajes; de hecho, este es el sistema elegido por los ciudadanos para un 12 por ciento de los 5 millones de viajes diarios que se producen en Madrid en transporte público.
«Para el Gobierno Central las cosas van bien y funcionan, pero para nosotros, es insuficiente».
Jorge Rodrigo
Consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras
Esos datos explican lo importante que es que las Cercanías funcionen correctamente. Algo que no pasa ahora, ni desde hace muchos años: en 2018, el PSOE realizó una campaña denunciando el mal servicio que se daba, y ahora es el PP el que enarbola la pancarta con las quejas por un servicio que, según señalaba la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en marzo pasado, «produce un retraso medio de 90 minutos en las horas de mayor afluencia y tiene un impacto diario de 5 millones de euros contra el PIB regional, lo que supone un 0,7 por ciento de la economía regional».
Los desencuentros llevan años sucediéndose entre los gobiernos central y regional a cuenta de las Cercanías. Todo a cuenta de lo que pudo ser y no fue: el Plan Integral de Mejora de los Servicios de Cercanías de Madrid 2018-2025 que presentó en abril de 2018 el ministro de Fomento, que era entonces el popular Íñigo de la Serna, bajo la presidencia de Mariano Rajoy.
Este plan prometía invertir más de 5.000 millones de euros en la mejora del servicio, que ya entonces comenzaba a tener dificultades y problemas. Y añadía un plan de acción urgente de 580 millones para actuaciones de mantenimiento y fiabilidad de la infraestructura y el material rodante. Pero el Gobierno cambió a los pocos meses sin que el plan pasara del papel, y en los siguientes años la falta de inversiones y los continuos problemas de mantenimiento se han traducido en dificultades en la red y en una sucesión de averías e incidencias que han generado el caos en varias ocasiones.
Y no sólo eso: el Gobierno regional cifraba también el coste que les genera Cercanías cada vez que se ‘cae’: 20 millones de euros en refuerzo de Metro y autobuses para intentar cubrir la demanda.
Escasa relación
En estos años, con varios cambios en los titulares del Ministerio de Transportes, apenas ha habido un contacto directo con la ministra Raquel Sánchez, en la que la Comunidad le reclamó una inversión de 2.000 millones, incluidos los 580 del Plan de choque. Y hubo una reunión de la Comisión de Seguimiento del plan, donde volvió a reclamarse la inversión.
El Ministerio defiende que tienen en marcha un plan de 6.672 millones de euros para Cercanías, con 170 acciones previstas de las que un 55 por ciento están ya movilizados o en tramitación.
Pero para los responsables regionales, los datos son bien distintos: lo que les anunció el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana fue destinar 403,5 millones para el plan de choque, de los que aseguran en Sol que sólo había ejecutado 176 entre los años 2018 y 2022.
Madrid también les pidió, en aquel encuentro de seguimiento, un documento que detallara la ejecución del Plan de Cercanías y sus actuaciones concretas, y un calendario de actuaciones a medio y largo plazo. «A fecha de hoy, el Ministerio no ha atendido ninguna de estas peticiones», aseguraban ayer.