«Estamos en una crisis grave, no hay que generar debate sino trabajar»
Es probable que si pronuncias su nombre en cualquier conversación con representantes del mundo de la sostenibilidad, la conozcan. Mónica Chao, presidenta y fundadora de Woman Action Sustainability (WAS), se ‘licenció’ en estos temas casi antes de que se convirtieran en trend, que dirían ahora los más jóvenes. Esta gallega, nacida en Lugo, ha pasado y dirigido numerosos departamentos de sostenibilidad entre los que se encuentran PricewaterhouseCoopers, Mapfre, NH Hoteles, Intu o Ikea. En la actualidad es consejera asesora en varias empresas y socia directora de Acativa, consultora boutique en ESG, sostenibilidad e impacto social, aunque «mi alma está al 200% en WAS», apunta Chao. Esta asociación sin ánimo de lucro pretende elevar la sostenibilidad al primer nivel estratégico de las compañías y de la sociedad, donde colaboran mujeres de decenas de compañías que tienen el cuidado del medioambiente y el crecimiento económico por bandera, porque «se puede hacer activismo climático desde la empresa», defiende.
-Más de dos décadas dedicadas a la sostenibilidad, al impacto social y a la innovación. ¿Cómo ha evolucionado este sector en estos años?
-De una forma increíble, porque hemos pasado de que esto no existiese a que esté, prácticamente, en todas las conversaciones. La normativa ha tenido un impulso muy importante, porque al principio era más control de los temas urgentes y prioritarios. Ahora, alinea las necesidades y desafíos de los mercados financieros y las oportunidades de negocio. Antes en las empresas nos referíamos a estos temas cuando iban a venir nuevos impuestos o tasas, ahora nos preparamos para ver qué riesgos tenemos y dónde están las oportunidades. A veces somos pesimistas diciendo que no se ha hecho nada, pero tenemos que felicitarnos de que muchas empresas se empiezan a preguntar qué podemos hacer en este sentido.
«Es complicado inculcar la sostenibilidad dentro de la empresa»
-¿Es complicado inculcar el tema de la sostenibilidad en la cultura empresarial y dentro de los consejos?
-Sí, la verdad es que sí. Al principio, convencer de estos asuntos era bastante complicado y no siempre estaba en la toma de decisiones; ahora, cada vez, es más fácil. Hay una frase que me gusta repetir y es que los profesionales de la sostenibilidad somos héroes y heroínas porque que se nos haya escuchado durante tantos años ha sido complicado. Es verdad que con el trabajo de la gente durante años se ha generado ese cambio gota a gota y al final los cambios ocurren. Hemos trabajado mucho para convencer y hacer que las cosas pasen y cuando demuestras que se genera un impacto positivo y ahorra costes, los clientes valoran la iniciativa. Poco a poco, como digo, hemos convencido a los responsables de las organizaciones, pero, sí, ha costado mucho.
-Usted es de formación economista, ¿cuándo se dio cuenta de la importancia de la sostenibilidad? ¿Cuándo surgió ese interés?
-Estaba en Santiago de Compostela haciendo económicas y por aquella época era la Guerra de Irak, la primera. La recuerdo como la primera gran guerra televisada, se veían misiles volar y cada día había noticias… Un día, a la hora de comer, abrí el periódico y vi una imagen que me impactó mucho y era un pájaro manchado de petróleo. Se me pone la carne de gallina cuando lo recuerdo. Tras verlo, pensé: ¿cuánto cuesta contaminar? ¿Qué valor tiene el agua? ¿Quién paga esto? Entonces pregunté a mis profesores y vieron un tema interesante. Empecé a investigar y a analizar esa variante climática en todas las asignaturas. Luego llegó la Cumbre de Río de 1992 y se empezó a hablar más de desarrollo sostenible y llegaron todos los cambios. Así empezó todo, luego tuve la suerte de poder empezar a trabajar en estos temas con un equipo pequeño y aquí seguimos.
-Y así llega a estos últimos años y funda Woman Action Sustainability (WAS) como organización sin ánimo de lucro. ¿Por qué se plantea esta iniciativa?
-Fue un poco por la situación. En 2019 comenzó el fenómeno de Greta Thunberg y los jóvenes descontentos en las calles, también con decenas de consejeros delegados hablando de compromisos a 2050, muy lejanos, y que en muchas ocasiones sabíamos que no daban recursos a sus equipos para lograrlos. Me planteé que había que hacer algo. En muchas ocasiones veía que había un montón de profesionales que saben de este tema y a los que no se les prestaba atención, es como si para arreglar un enchufe en tu casa llamas a un médico y no a un electricista. Cuando quieres arreglar algo tienes que sentar en la mesa a gente que tenga experiencia en ello. Es absurdo pensar en solucionar esta crisis sin expertos de la sostenibilidad. Así que con todo esto nace WAS y lo hizo para dar espacio a las personas que tienen conocimiento para hacer que las cosas puedan ocurrir, porque estamos ante una crisis grave y no se trata de generar debates, manifestaciones o grandes compromisos, se trata de ponernos manos a la obra y actuar y hacerlo.
-Habla de que se ponen otras personas o perfiles que conocen estos temas. ¿Por qué ocurre eso? ¿Es falta de formación o conocimiento de qué es la sostenibilidad?
-Creo que es poco conocimiento de lo que es la sostenibilidad. Me llama la atención que en las escuelas de negocios no se hable de sostenibilidad o lo hagan con personas que no tienen la formación o el conocimiento y esto genera ruido e información confusa que no moviliza a las personas. Ahora, de repente, ha llegado un movimiento muy fuerte que demanda muchísimo estos temas y hay una falta de todo y lo hay desde una formación reglada con programas de estudios a conocimiento de riesgos y oportunidades que trae el cambio climático.
«Parece que la sostenibilidad tiene rostro de mujer, pero hay plena igualdad»
-Y dentro de las empresas, ¿quién es la persona que debe liderar ese cambio, esa acción climática?
-Tiene que haber un compromiso por parte del máximo responsable de la organización y que se traslade a toda la estructura. Además, esto no se trata de un buenismo y lo voy a hacer para hacer ver que soy bueno, hay que hacerlo porque es un riesgo y una oportunidad. Ningún sector económico es ajeno a los riesgos que trae toda transformación sostenible. Creo, también, que en los consejos de administración tiene que haber al menos una persona que esté preparada en estos temas que no son sólo medioambientales, sino también sociales, de ética y de gobierno corporativo. Por supuesto, todo esto depende del tamaño de la organización y hay un abanico muy grande de tipos de empresas, esto es un poco difícil para una pequeña empresa y más lo va a ser con la nueva normativa que se viene por ello hay que ayudarlas tanto las grandes compañías, como la administración. Hay que hacer esto que sea fácil y no tenga un coste.
-¿Se puede hacer acción climática desde la empresa?
-Totalmente. De hecho, yo pienso que son las empresas las que van a transformar el mundo.
-Y en el mundo de la sostenibilidad, esa persona es mujer u hombre
-Es verdad que parece que la sostenibilidad tiene rostro de mujer. Hace dos años, hicimos un estudio con Price sobre la diversidad de género en este sector y encontramos que hay prácticamente igualdad. Lo que realmente pedíamos en este informe es que esa igualdad se mantenga a medida que la sostenibilidad avanza en el organigrama y tiene más poder de decisión.
-Hablando de esa gente que toma decisiones en sostenibilidad, ¿qué es lo que más preocupa en estos momentos?
-La hay con todo. Existe preocupación con toda la avalancha normativa que llega, aspectos financieros, la información que hay que trasladar al consejo… Son muchos temas…
-¿Y a Mónica qué le preocupa?
-Me preocupa que las cosas pasen y que disfrutemos y seamos felices mientras hacemos que las cosas pasen. Lo que me gustaría es que las empresas y los profesionales fuésemos capaces de sembrar ilusión para que la gente trabaje con fuerza para un futuro mejor, porque creo que es posible. Uno de los grandes logros de WAS ha sido unir a gente muy diversa, gente muy distinta que a lo mejor nos hubiese encontrado en otros lugares y ha sido un punto de encuentro donde se ha sumado gente muy diversa y eso me inspira.