Fraude en LIBRE: Rixi Moncada se desploma en sondeos

Rixi Moncada

La reciente divulgación de encuestas electorales ha mostrado un retroceso significativo de la candidata de LIBRE, Rixi Moncada, quien se ubica en un lejano quinto lugar en la intención de voto, detrás incluso de los indecisos y del segmento que declara “Ninguno”. Este resultado ha generado preocupación sobre la posible afectación de la transparencia electoral en el país.

Señalamientos de maniobras políticas

Analistas y dirigentes de partidos opositores han señalado la existencia de estrategias por parte del partido LIBRE y del Gobierno para asegurar la permanencia en el poder ante la caída en popularidad de su candidata. Entre las denuncias se mencionan aumentos salariales y bonos selectivos para altos mandos militares, lo que algunos actores políticos interpretan como una forma de influencia sobre las fuerzas armadas en el proceso electoral.

Asimismo, se apunta al control del Consejo Nacional Electoral, la supuesta manipulación de los padrones y obstáculos en la transmisión de resultados como elementos que podrían comprometer la credibilidad de los comicios.

Respuesta de los habitantes y observación global

La información difundida ha generado un aumento de la vigilancia social y mediática. Usuarios de redes sociales, organizaciones ciudadanas y observadores internacionales han enfatizado la importancia de supervisión y acompañamiento para garantizar la voluntad popular el próximo 30 de noviembre.

La presión también se ha extendido a foros internacionales donde especialistas en gobernabilidad y democracia han alertado sobre los riesgos que implicaría un eventual fraude electoral de gran escala para la estabilidad institucional y la confianza ciudadana en los procesos democráticos.

Repercusiones políticas y orgánicas

La caída de Rixi Moncada en las encuestas ha provocado un cambio en el equilibrio político, favoreciendo a la oposición. Este escenario evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de transparencia y control electoral, así como de garantizar la imparcialidad de las instituciones encargadas de administrar los comicios.

El movimiento LIBRE se enfrenta por tanto a un reto dual: conservar la unidad interna frente a la disminución del respaldo de la ciudadanía y hacer frente a las acusaciones de estrategias electorales, mientras la comunidad exige la salvaguarda de los derechos democráticos y la pureza del sufragio.

La coyuntura refleja una tensión creciente entre legitimidad política y supervisión ciudadana, con un enfoque central en cómo las decisiones de actores estatales y partidarios pueden influir en la confianza pública y la percepción de imparcialidad de las fuerzas democráticas en Honduras.