Las muertes por calor aumentarán un 370% en tres décadas por el cambio climático
1,5ºC es la línea roja acordada por el mundo científico y gubernamental para mantener a raya los efectos del cambio climático. Aunque «está más que claro que los intentos de mitigarlo seriamente están fracasando», afirman más de 100 autores que firman el último informe del medio especializado en salud The Lancet titulado ‘The Lancet Countdown on Health’. Actualmente, la temperatura media global en la última década se sitúa en 1,14ºC y las primeras consecuencias de esta subida ya están teniendo su efecto en el clima y también en la población.
Los últimos meses han cerrado, según diferentes análisis científicos, con récords históricos de temperatura y, de hecho, el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) afirma que «2023 será el año más cálido desde que hay registros». Sin alcanzar el límite marcado por el consenso, la población mundial experimentó una media de 86 días de temperaturas extremas para el período 2018-2022 y «que representan daños para su salud», revelan los firmantes del texto hecho público este martes.
El pasado verano España estuvo bajo la denominación oficial de ola de calor durante un total de 24 días, cifra sólo superada en 2022, cuando se registraron 41 días, 2015 (29 días) y 2017 (25 días), según el análisis de Aemet. sobre estos episodios. Anomalías térmicas que “ejercen una presión importante sobre los sistemas sanitarios”, revela el informe.
En este escenario, la mortalidad relacionada con el calor en personas mayores de 65 años se disparó un 85% entre 2013 y 2022, en comparación con el período 1991-2000. “Muy por encima del 38% proyectado si no hubiera cambio de temperatura y sólo teniendo en cuenta datos demográficos”, advierte el informe The Lancet Countdown. «Nuestro análisis de salud revela las crecientes amenazas del cambio climático que ya están cobrando vidas y afectando los medios de vida en todo el planeta», añaden. Sin embargo, las previsiones son aún más preocupantes.
«Con una emisión de 1.337 toneladas de CO2 por segundo, no estamos ni cerca de reducir las emisiones con la suficiente rapidez como para mantener los peligros climáticos dentro de niveles tolerables para nuestros sistemas de salud»
Marina Romanello
Director ejecutivo de The Lancet Countdown en el University College London
Aunque la temperatura actual del planeta respecto a la era preindustrial es de 1,14ºC, la proyección es llegar a los 2,7ºC. «Con una emisión de 1.337 toneladas de CO2 por segundo, no estamos ni siquiera cerca de reducir las emisiones lo suficientemente rápido como para mantener los peligros climáticos dentro de niveles tolerables para nuestros sistemas sanitarios», denuncia Marina Romanello, directora ejecutiva de The Lancet Countdown. en el University College de Londres.
La última actualización de los planes de descarbonización de los países firmantes del Acuerdo de París revelan que la brecha de cumplimiento con los 1,5ºC pactados está lejos de estar cerrada. «Con esta perspectiva, se proyecta que la mortalidad anual asociada a temperaturas extremas aumentará un 370% para 2050», advierte el informe. «Todavía podemos tener esperanza», revela el Dr. Romanello.
Inseguridad alimentaria y hídrica
Sin embargo, bajo este escenario previsto superior a 2ºC en comparación con la era preindustrial, los eventos climáticos extremos ponen en mayor riesgo la seguridad hídrica y la producción de alimentos. En 2021, las olas de calor y las sequías resultantes de ellas se asociaron a 127 millones más de personas en inseguridad alimentaria severa respecto a lo ocurrido entre 1981 y 2010. Una cifra que aumentará hasta los 525 millones en el periodo 2041-2060, «lo que agravaría la situación». riesgo de desnutrición a nivel mundial», denuncian los más de un centenar de expertos que firman el texto.
Además, el aumento de las temperaturas aumentará la pérdida de horas laborales potenciales en un 50%. «Frente a proyecciones tan alarmantes, los esfuerzos de adaptación por sí solos no pueden seguir el ritmo de los efectos del cambio climático», denuncia la profesora Stella Hartinger, directora del centro regional de The Lancet Countdown para América del Sur. «Tenemos que dar un paso más», añade.
Cambio de curso
Pese a la magnitud del impacto del cambio climático, el informe LAncet pone sobre la mesa los beneficios para la salud de un cambio de modelo hacia una economía sin emisiones de CO2. «Mejorar la calidad del aire podría evitar muchas de las 1,9 millones de muertes anuales resultantes de la exposición al aire contaminado», revela la investigación.
«Mejorar la calidad del aire podría evitar muchas de las 1,9 millones de muertes anuales resultantes de la exposición al aire contaminado»
Según los datos recopilados por los investigadores, las muertes asociadas a la contaminación del aire han disminuido casi un 17% desde 2005. “Hoy se necesita una acción climática transformadora para garantizar un buen futuro”, explica Anthony Costello, copresidente de The Lancet Countdown.
A pesar de la caída de las muertes relacionadas con la contaminación, las ayudas y los subsidios a los combustibles fósiles no han disminuido. Uno de los últimos informes de Naciones Unidas revela que sólo el 4% del total de países firmantes del Acuerdo de París han incluido en sus planes de descarbonización la retirada de estos subsidios a este sector. “Tanto las inversiones en combustibles fósiles como los subsidios que se siguen inyectando a su producción y consumo deben reorientarse urgentemente”, comenta Paul Ekins, jefe del grupo de trabajo sobre economía y finanzas de The Lancet Countdown.