¿Por qué el rey Carlos III celebra dos cumpleaños? El origen del desfile Trooping the Color
(CNN)– El papel de Rey del Reino Unido viene con una larga lista de beneficios, pero quizás uno de los más envidiables es la posibilidad de celebrar tu cumpleaños no una, sino dos veces al año.
El rey Carlos celebró su primer cumpleaños real como monarca el 14 de noviembre. Pero este fin de semana volverá a celebrar su gran día: la primera vez que disfruta de un cumpleaños «oficial» desde que ascendió al trono.
Desde el siglo XVIII, los reyes y reinas de Gran Bretaña han duplicado sus festividades, celebrando tanto un día festivo (el cumpleaños oficial) como un evento más privado en la fecha real.
La razón es muy sencilla: nadie quiere que la lluvia estropee su desfile, por eso, desde 1740, los monarcas programan sus pomposas fiestas para el verano.
Se cree que la tradición comenzó con el rey Jorge II en 1748. Ese es el año en que la celebración británica anual de Trooping the Colour se asoció por primera vez con el cumpleaños del soberano. Al igual que Carlos III, George nació en noviembre, cuando el clima británico está lejos de ser ideal.
Trooping the Colour, un desfile militar en Londres, existía anteriormente como un evento separado. Se convirtió oficial y permanentemente en una celebración de cumpleaños después de que Jorge III se convirtiera en rey en 1760.
Se cree que Eduardo VII, quien sucedió a la reina Victoria y reinó durante la primera década del siglo XX, es el primer monarca en ser saludado en persona en este evento.
La tradición anual regresa el sábado por la mañana y, como todos los años, se espera que atraiga a grandes multitudes al Mall, frente al Palacio de Buckingham. En su primer desfile como soberano, Carlos aparecerá montado en un caballo.
Carlos se sumará a los 1.500 soldados y 300 caballos que participarán en la ceremonia en su honor. Participan la Caballería de la Casa Real y los regimientos de guardia de cinco pies: Granaderos, Guardias de Coldstream, Escoceses, Irlandeses y Galeses. Es la primera vez que un monarca reinante se une al desfile desde la reina Isabel II en 1986.
El príncipe William dirige lo que se conoce como The Colonel’s Review, el primero desde que se convirtió en coronel de la Guardia Galesa.
Será recibido en el patio de armas del Horse Guards Parade con un saludo real, después de lo cual inspeccionará a los Welsh Guards con sus famosos sombreros de piel de oso.
El príncipe William, en su calidad de coronel de la Guardia Galesa, hizo una última ronda de preparativos el sábado pasado para asegurarse de que todo estuviera en perfecto estado para el primer gran desfile de su padre. En el ensayo, el regimiento realizó intrincadas maniobras de entrenamiento en el campo de batalla al ritmo de la música. El Palacio de Kensington ha dicho que el programa musical de este año tendrá «un tema claramente galés», con nuevas composiciones de la banda especialmente para la ocasión.
William elogió a las tropas después de la sesión de práctica por «un trabajo realmente bueno» en «condiciones difíciles» después de que varios guardias colapsaron en las sofocantes temperaturas del verano de Londres.
La reina Camilla se unirá a su esposo mientras observan al 1er Batallón de Guardias Galeses mostrar sus colores. Y después de las presentaciones, el rey, como su difunta madre antes que él, regresará al palacio y se unirá a otros miembros de la realeza en el balcón, viendo un desfile aéreo de la Royal Air Force.
Es un programa diferente al de su cumpleaños real en noviembre, aunque el año pasado tampoco le faltaron celebraciones.
En su primer cumpleaños como rey, Charles recibió una interpretación especial de «Feliz cumpleaños» de la Banda de la Caballería de la Casa Real en el Palacio de Buckingham. Al mediodía, fue seguido por un saludo real de 41 cañones en el cercano Green Park y un saludo de 62 cañones en la Torre de Londres.
Pero incluso si la fiesta real, y una de las imágenes más definitorias de la monarquía británica, tiene lugar el sábado, es probable que la celebración resulte conmovedora, marcando la primera tropa de alguien que no es la reina Isabel II en siete décadas.
