¿por qué no prohibir los jets privados?

¿por qué no prohibir los jets privados?

572.806 vuelos anuales. Esa es la cifra total de vuelos privados en Europa el pasado 2022, según datos de Greenpeace. La European Business Association (EBA) los eleva, solo en el Viejo Continente, a 700.510. Este año, con datos hasta septiembre, el número de rutas realizadas por estas aeronaves alcanza los 513.972 viajes.

Un aumento que también se refleja en las emisiones que el año pasado se duplicaron hasta llegar a 3,3 millones de toneladas de CO2, el equivalente a las que emiten anualmente de media 555.000 habitantes de la Unión Europea .«Estas aeronaves son capaces de emitir en una hora dos toneladas de CO2 de media y 14 veces más que un vuelo comercial», destaca Transport&Environment en un informe publicado en 2022. Por su parte, la EBA se defiende con el argumento de que estos vuelos apenas suponen el 0,04% del total de las emisiones lanzadas a la atmósfera.

500 kilómetros de media

Apenas media décima del CO2 del total del sector, pero que sale muy caro. «La ocupación media suelen ser cuatros pasajeros e, incluso, muchas veces van vacíos porque son de reposicionamiento», denuncia T&E. Entre los vuelos más habituales está la ruta Ginebra (Suiza) y París (Francia) con más de 2.500 vuelos en 2022.

«Hablamos de vuelos cortos y ultracortos», advierten los investigadores de Transport&Environment. La media de los vuelos, según los datos de la European Business Association, son 500 kilómetros y en muchas ocasiones las urbes tienen una conexión ferroviaria de alta velocidad. Es el caso de Ginebra y París, pero también hay otras como Londres y París, que están unidas por raíles en pocas horas.

Vuelos utracortos

500

kilómetros

es el trayecto medio que realizan estas aeronaves

Una costumbre que también se repite más allá del Atlántico. Hasta la llegada de Elon Musk a las oficinas de Twitter, ahora renombrada como X, la cuenta CelebrityJets vigilaba los trayectos y emisiones de los milmillonarios. Entre ellos se podían contabilizar los 36 minutos que tardó Taylor Swift en recorrer por el aire los poco más de 500 kilómetros que separan Missouri de Nashville en Estados Unidos o los 10 minutos que utilizó el boxeador Floyd Mayweather en Las Vegas.

«Ya es hora de que acabemos con los aviones privados como el medio de transporte más desigual y más contaminante. La prohibición de los aviones privados sería una buena señal de justicia para la ciudadanía europea en el contexto de la actual emergencia climática», señalan desde Greenpeace España.

España, entre los más habituales

Para frenar su avance, varios países de la Unión Europea se han puesto manos a la obra a la hora para intentar reducir, limitar o, directamente, prohibir este tipo de transporte al alcance de unos pocos. La cuestión ha estado en muchas ocasiones sobre la mesa de discusión en Bruselas, pero la Comisión Europea, hasta el momento, no ha dado el paso en materia legislativa.

Una de las propuestas ha sido gravar el uso de queroseno, como ya ocurre en algunos países comunitarios como Italia. En la Unión Europea, este tipo de vuelos se consideran de negocio, y de la misma forma que ocurre con los comerciales, están exentos de tributar por el combustible. En el plan de Bruselas, bautizado como Fit for 55, aparecía ese impuesto que de salir adelante «se podrían recaudar 325 millones de euros anualmente si se aplicara a todos los vuelos que salen de la UE y el Reino Unido», destaca T&E. «Los ingresos recaudados de este modo podrían utilizarse para acelerar la descarbonización del sector de la aviación», añaden.

Vuelos exclusivos al alcance de unos pocos. Los clientes de este tipo de servicios suelen ser artistas, futbolistas, políticos, reyes y millonarios y que tiene algo en común: el Dassault Falcon 900EX, una de las aeronaves de turbina más contaminantes, según varios estudios científicos.


Dassault

Este avión es el décimo con más unidades matriculadas en Europa y entre los que se encuentra el Reino de España con la nave que usa el Gobierno para sus desplazamientos.

París aglutina casi el 9% del tráfico aéreo privado en Europa

Así, el año pasado, un total de 700.510 vuelos privados surcaron los cielos de Europa con un claro origen y destino. Este ejercicio, hasta el momento, la cifra 513.972 y París es el centro de operaciones preferido por estos jets. La capital gala aglutina casi el 9% del tráfico aéreo privado. En España, la ruta Barcelona – Madrid es la más frecuentada dentro de España por los vuelos privados.

Palma de Mallorca e Ibiza son dos de los aeropuertos más usados con estos fines y acumulan apenas el 2% de los trayectos privados. Sin embargo, España es uno de los 5 países con viajes de negocios, según la asociación que agrupa a este sector.

Según los datos de Greenpeace, España contabilizó en sus aeropuertos 45.633 vuelos en jet privado. «Eso es el 8% del total», advirtió en marzo la organización ecologista. En cuanto a emisiones, estos despegues, aterrizajes y trayectos supusieron un total de 243.900 toneladas de CO2, «lo que es igual a la media anual de emisiones de CO2 de 162.567 coches», denuncia Greenpeace.

Por el momento, la Comisión Europea aún no se ha planteado la limitación o supresión de este modo de transporte. A petición de Austria, Francia, Irlanda y Países Bajos, Adina Valean, comisaria europea de Transporte respondió en verano: «No tenemos idea de presentar nada sobre esta cuestión. Hay que dejar que el sector pueda desarrollar sus propias normas de descabonización».

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